Una perspectiva desde un acompañamiento integral
- Nadeska Blake
- 9 oct
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 10 oct
Escrito por un adolescente anónimo
Al principio estaba muy apegado a la idea de que yo no tenía ningún “problema” que ameritara tener un psicólogo. Pensaba que este tipo de procesos eran solo para quienes estaban pasando por algo muy fuerte.
Pero poco a poco me fui dando cuenta de que no se trataba de tener un gran conflicto, sino de ver lo que tienes en ti, de tal forma que logres ser la mejor versión de ti mismo.
Durante las sesiones entendí que la gratitud cambia mucho la forma en que veo las cosas. Aprendí a valorar lo sencillo: mi familia, mis amigos, los momentos en casa y hasta mis propios logros. Descubrí que mi felicidad depende de cada momento que pase con mi familia y amigos.
Otro punto importante fue reconocer mis inseguridades. Siempre pensé que no era suficiente o que la gente se acercaba solo por interés. Hoy sé que puedo poner límites y que mi valor no depende de ser útil para los demás, sino de quién soy realmente.
Al final, lo que me llevo de todo este proceso es que mejorar no es convertirse en otra persona distinta, sino aceptarse, aprender a confiar en uno mismo y vivir con más gratitud de ti mismo.
Cuando me dijeron por primera vez que iría al psicólogo,
Lo primero que pensé fue, que yo no lo necesitaba. Creía que un psicólogo estaba para personas con problemas mucho más grandes que los míos. Sin embargo, con el tiempo comprendí que este camino no trataba de tener un “problema”, sino de aprender a conocerme, a darme valor y a ver la vida con más gratitud.
Lo que escribo aquí, pretende ser una especie de guía personal para mi mismo. Algo que siempre mencionare es que, esta no es la historia de un cambio radical, es mas la historia que muchos de nosotros descuidamos, conocerte a ti mismo.
Capítulo 1 -Diario emocional
Antes de este recorrido, pensaba que la tristeza, el miedo o la frustración eran señales de debilidad y que debía ocultarlas.
Mi primera asignación se baso en una especie de diario emocional personal. En la que tendría que anotar (y por tanto reconocer) cada una de las emociones que sentía cada día. Tras ya meses empleando esta asignación, puedo decir que este aprendizaje me enseñó a aceptar que no siempre voy a estar bien y que está bien sentirse vulnerable. Hoy sé que conocer mis emociones me ayuda a conocerme mejor.
Aceptarlas me ayudó a comprenderme mejor y a darme permiso de no estar bien todo el tiempo.
Capítulo 2 - Inseguro
En este camino me encontré con mis inseguridades. Durante un tiempo pensé que no era suficiente, o que las personas se acercaban a mí solo por interés. También tuve inseguridades sobre mi apariencia física y la presión que me imponía a mí mismo de hacerlo todo perfecto. Poco a poco entendí que mi valor no depende de la opinión de los demás ni de ser útil para ellos, sino de quién soy. Aprendí a poner límites, a reconocer mis logros, aunque no fueran impecables y a dejar de compararme tanto con otros.
Este aprendizaje me enseñó a poner límites, a dejar de compararme y a reconocer mis propios logros.
Capítulo 3 -Hábitos y Valores
Además de todo esto, adquirí hábitos que me han ayudado a crecer
Escribir cada día un motivo para agradecer, organizar mis prioridades, escuchar con atención antes de responder y darme momentos de pausa para reflexionar. Estos hábitos se sostienen gracias a los valores que guían mi vida: el respeto, la responsabilidad, la empatía y la superación personal. Entendí que son esos valores los que orientan mis decisiones y me permiten vivir con más claridad y equilibrio.
Superar obstáculos también fue parte del proceso. A veces la pereza, el miedo o la falta de confianza en mí mismo me hacían detenerme, pero aprendí a seguir avanzando con constancia. Descubrí que los tropiezos no son un fracaso, sino parte de mi aprendizaje.
Este aprendizaje me enseñó que los hábitos diarios construyen el futuro y que los valores son brújulas que me mantienen en el camino correcto.
Capítulo 5 - Proyección
Finalmente, este proceso me permitió proyectarme hacia el futuro con más claridad. Me costaba mucho escoger que iba seguir después de la escuela…tantas opciones y ninguna escogía. Pero gracias a las sesiones… Me visualizo estudiando Odontología, cuidando la relación con mi familia, especialmente con mi hermanita recién nacida, y cumpliendo metas personales como terminar mi carro y disfrutar de mayor independencia.
Sé que quiero seguir creciendo, pero sin perder de vista lo que ya tengo y lo que me hace sentir pleno.En conclusión
Comprendí que mejorar no significa convertirse en alguien distinto, sino aceptarse tal cual uno es, confiar en uno mismo y vivir con gratitud.
Al mirar hacia atrás en este proceso, me doy cuenta de que cada aprendizaje fue un paso para conocerme mejor.
Hoy entiendo que no se trataba de cambiar quién soy, sino de aprender a aceptarme y crecer con lo que ya tengo dentro de mí.







Comentarios