Sanando heridas
- Nadeska Blake
- 10 feb 2022
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 12 feb 2022
La palabra herida procede del latín ferire que significa herir, golpear y batir.
Por su lado la palabra sanar viene del latín sanare que significa restaurar la salud.
Seguramente en alguna ocasión habrás sufrido una caída ya sea en bicicleta, corriendo o subiendo alguna montaña y te causo una herida quizás no muy profunda o grande, pero que te pudo doler y sacar sangre.

Todos sufrimos diferentes tipos de heridas.
Para iniciar me gustaría dejar esta frase:
No se pueda sanar algo que no esté herido o lastimando, las heridas son parte de la vida.
Podemos sufrir heridas en diferentes áreas de la vida:
Física
Cerebral
Emocional
Espiritual
Mental
Conductual
Las heridas se producen cuando experimentamos un determinado acontecimiento o situación que nos impacta y nos produce una emoción intensa de dolor, rabia, tristeza, miedo, desesperación o pánico.
Si no las resolvemos de manera adecuada demoraran más tiempo en curarse aún que las heridas físicas.
Las heridas pueden llegar durante diversas etapas del desarrollo:
Infancia
Adolescencia
Adultez
Etapa del noviazgo
Contexto escolar
Matrimonio
Relaciones interpersonales
Entre otras.
Estas heridas pueden ser:
Superficial: La herida no causa mayores daños.
Profunda: Es cuando la herida atraviesa las barreras protectoras del ser humano haciendo daño.
Penetrante: Hiere a profundidad una área del ser humano y causa mayores daños.
Perforante: Cuando atraviesa más allá de lo visible afectando un determinado órgano y función.
En la psicología hay algo que se conoce como las 7 heridas emocionales que son:
Apego inseguro: Es cuando un niño no logra establecer vínculos positivos con sus cuidadores, en donde sus necesidades primarias no son satisfechas.
Poca gestión de emociones: Si un niño crece sin saber gestionar y expresar sus emociones de forma adecuadas, lo llevará a tener comportamientos inadecuados.
Deterioro del sentido de sí mismo: Los individuos aprendemos a experimentar el rechazo y aspectos negativos a través del espejo y modelo que nos comportan a nuestros al redor, esto lleva a una persona adoptar ciertos comportamientos basados en esas experiencias.
Falta de dominio: La confianza y seguridad son elementos que se van formando desde la niñez con el estímulo de los cuidadores, si estos se comportan poco fiables e hipócritas es una conducta que comenzaran a introyectar.
Dificultades con los límites interpersonales: Cuando una persona crece sin tener límites y ordenes, tendrá un desorden y desorganización en su vida diaria.
Vínculos tóxicos: Como los seres humanos podemos llegar a introyectar diversos aspectos negativos podemos aprender a establecer relaciones negativas y destructivas, pero que normalizamos.
Aislamiento: De acuerdo a estas experiencias podemos llegar a distanciarse del entorno y las personas.
Todas estas son heridas que se producen desde la niñez y pueden seguir sangrando y afectando durante la adultez.
Hay personas que dicen “pasado pisado” y ven como una perdida de tiempo mirar el pasado, pero a veces es necesario y otros viven todo el tiempo en el pasado.
La realidad es que ir al pasado puede:
Darnos miedo
Revivir el sufrimiento
Darnos alegría al recordar momentos placenteros
Irritarnos
Aprendizaje
Es allí donde el ser humano hace un sobre esfuerzo por huir y concentrarse en la búsqueda de la plenitud en el futuro.
La realidad es que nuestro comportamiento presente a futuro se ve influenciado por el pasado.
Es aquí donde cobra importancia hablar sobre las experiencias traumáticas:
Estas son experiencias y situaciones que amenazan la vida, la salud mental y la integridad de una persona.
Las experiencias traumáticas son como recuerdos que se dan de forma inconsciente.
Las experiencias traumáticas incluyen:
Abuso emocional, físico y sexual
Afectación emocional y física
Adicciones familiares
Enfermedades familiares
Testigo de experiencias negativas
Muertes, divorcios, robos, separaciones
Entre otros.
Cuando experimentamos dolor y estamos heridos nuestras emociones toman el control y dificultan la forma de pensar con claridad.
Ocurre un bloqueo emocional que impide analizar y afrontar las situaciones con objetividad y seguridad.
La persona le cuesta centrarse en aspectos positivos, vive todo el tiempo pensando en lo negativo y destructivo.
Lo difícil de tener una herida es:
No aceptar que me lastimó
No buscar ayuda o medicina para sanarla
Tocarla y abrirla todo el tiempo y no permitir que sane
Las heridas emocionales dejan cicatrices que se pueden ver manifestadas en la actitud y la personalidad de la persona que las padece, en algunos casos la persona no se da cuenta que su comportamiento es producto de una reacción por una herida que padece.
Dejar que una herida sangre por mucho es estar expuestos a que se nos forme una llaga y con el tiempo nos haga más daño.
Cuando estamos heridos:
No procesamos bien la información
No contralamos nuestros pensamientos
Tenemos dificultad para gestionar las emociones y los sentimientos
Nos volvemos negativos y temerosos
Estamos a la defensiva
Nos aislamos
Podemos padecer alguna psicopatología
Se nos dificulta tomar decisiones
Podemos ser irritables
Cuando no se interioriza las consecuencias y resultados de las experiencias negativas, el pasado repite una y otra vez.
No solo por medio de recuerdos, sino que aparece en forma de:
Miedos
Inseguridades
Recriminaciones
Señalizaciones
Todos esto es consecuencia de las heridas emocionales que el cerebro todavía no ha cicatrizado.
¿Cómo detectar una herida emocional?
Cuando accedemos al recuerdo, activamos las heridas y las emociones que se encuentran asociadas con aquel evento, es allí donde volvemos a sentir miedo, rabia, impotencia y las demás emociones.
Cuando vivimos experiencias dolorosas traumáticas las emociones toman el control de la situación, de forma que nos impiden ser objetivos y racionales haciendo que nos sumamos en la más absoluta tristeza, rabia y demás sentimientos negativos.
El ser humano se cree incapaz de aceptar y afrontar la situación y cada vez que la recordamos aparecen de nuevo los problemas en la autoestima, emocionales y el resentimiento.
Los recuerdos:
Los recuerdos se activan cuando nuestro cerebro identifica que volvemos a experimentar situaciones que son paridas con aquella que nos marcó y causo una herida.
Activando:
Miedos
Inseguridades
Complejos
¿Cómo podemos sanar nuestras heridas?
Identifícala
Acéptala
Perdona
Busca ayuda
Deja ir lo que no te sirve
Saca lo mejor de ella
Para sanar es importante:
Auto conocerte
Reconocer la emoción que te está produciendo
Expresa lo que sientes
Desarrolla residencia
Pide ayuda
Aprende a soltar y dejar ir el pasado
Expresa el sentimiento que te produce aquel acontecimiento
Vive en el presente
Debes tener presente que no se puede sanar aquello que no se conoce ni se acepta.
Para sanar una herida debemos aceptarla.
Como lo mencione un poco más arriba podemos tener heridas que no siguen sangrando y afectando.
Aquel recuerdo que vuelve una y otra vez recordándonos lo doloroso que fue.
Es imposible que nos hieran, todas las personas podemos herir a otros o ser heridos, pero lo importante es saber manejarlo.
Si herimos debemos aprender:
Hacernos responsable del daño que hicimos
Pedir perdón
Saber cuando es necesario cambiar una conducta
Si nos hieren debemos aprendes a:
Perdonar
Soltar
Seguir adelante
Todo lo que sea negativo y lo cargamos por mucho tiempo nos quedará desgastando.
Hay ves que es necesario tomar un momento y pensar en aquellas cosas que deseamos que sigan con nosotros.
No ser heridos es imposible, pero si es posible ser sanos, pero no se puede sanar aquello que no se acepta ni reconoce.
Sobre todo debes saber que para sanar una herida hay que dejar de tocarla...
¡Decide hoy sanar tus heridas!
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